miércoles, 11 de junio de 2008

EL CATEDRÁTICO DANDO LECCIONES COMO SIEMPRE

Cajastur pide al Gobierno

soluciones a la crisis de liquidez


El presidente de la entidad, Manuel Menéndez, cree que se deben adoptar medidas, como han hecho en Reino Unido.

Las entidades financieras españolas necesitan resolver los problemas que tienen para encontrar liquidez en los mercados. Es urgente. Lo que está en juego es el propio crecimiento de la economía española.

Según ha explicado en un encuentro organizado por la APIE el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, durante años el crecimiento se ha financiado con el ahorro exterior que han canalizado bancos y cajas. Esto ha provocado que los balances de las entidades estén cargados de deuda a amortizar en los próximos años, “y cuando se tiene deuda a vencer a uno o dos años y hay dudas de si va a poder refinanciarse en los mercados, el acceso al crédito se complica”.

La clave
Ésta es la clave. Menéndez cree que no sólo se trata de que la banca tenga más en cuenta los riesgos a la hora de prestar, “algo que puede estar ocurriendo”, sino que “también tiene que prever el riesgo de acudir a la financiación internacional cuando la deuda de los balances venzan. Y esto es muy malo para la economía española”.

Una de las consecuencias es que se penaliza el acceso al crédito por parte de las empresas, lo que dificulta que inviertan en mejorar la productividad. Además, “el sector que debe tomar el testigo a la industria constructora como motor del crecimiento puede encontrarse en dificultades para desarrollarse”. Toda esta cadena de acontecimientos perjudica a la economía.

Esto explica la urgencia en resolver los problemas de liquidez de la banca. No hay que esperar a que las soluciones vengan solas. Hay que intervenir.

Según el presidente de Cajastur, el problema más urgente en el corto plazo es el riesgo vinculado a los mercados mayoristas. Asegura que el Gobierno y las autoridades pertinentes tienen varias posibilidades de actuación. Por ejemplo, una de las medidas a tomar podría ser la que adoptó Reino Unido cuando el Banco Central del país permutó activos financieros, como bonos de titulización, poco líquidos por la aversión al riesgo de los inversores por títulos con garantía del Estado de fácil colocación en los mercados. “No digo que esto es lo que hay que hacer, pero se puede ensayar en otros países”, afirma Manuel Menéndez.